Supongamos que llegamos un lunes a primera hora a nuestra oficina dispuestos a comenzar nuestra semana laboral de la mejor manera posible y nos encontramos con que la persona de la empresa de limpieza de oficinas que tenemos contratada no ha venido a trabajar.
Es posible que las papeleras estén a rebosar de basura y que todavía quede algún resto de comida del viernes encima de las mesas. Cuando vamos al baño, el panorama no varía mucho: olores, dispensadores de papel vacíos, etc.
Este escenario es la constatación de que, cuando realmente se nota la limpieza de oficinas es cuando esta no se ha realizado. Y en estas situaciones críticas para cualquier empresa es cuando nuestra empresa de limpieza tiene que estar a la altura.
En estos casos, nuestra empresa de limpieza de oficinas debe avisarnos y reemplazar a la persona ausente, siempre y cuando las circunstancias lo permitan. Una llamada o correo electrónico de nuestra empresa de limpieza poniéndonos al tanto de que la persona encargada no ha podido ir a trabajar y están trabajando en la forma de suplirla, al menos nos tranquilizará.
Nuestra empresa de limpieza debe enviarnos a nuestra oficina a otra persona que realice el servicio de limpieza, si es posible, ese mismo día. No obstante, es necesario tener en cuenta que, en ocasiones, no resultará posible esa sustitución. Si debemos exigirla en situaciones previsibles, por ejemplo, cuando la persona ya ha avisado de que ese día no va a trabajar (por ejemplo, por vacaciones, asuntos propios, citas médicas u otras licencias). En esos casos, la ausencia se debe cubrir siempre.
Pero en los casos en los que la persona falte al trabajo de forma imprevisible, por ejemplo, por una indisposición repentina, lo más probable es que nuestra empresa de limpieza no tenga tiempo material para poder gestionar la cobertura de esa ausencia.
En definitiva, se trata de que nuestra empresa de limpieza muestre una actitud activa y proactiva en la cobertura de las ausencias, de forma que logre cubrir la mayoría de las que se produzcan, al menos, las previsibles. De esta forma, garantizaremos una continuidad en nuestro servicio de limpieza de oficinas y evitaremos situaciones desagradables que, a buen seguro, influirán en el rendimiento de nuestros empleados y de nuestro negocio.