Sabemos que teniendo una buena empresa de limpieza en nuestras oficinas conseguimos que los espacios estén en óptimas condiciones de limpieza, y con ello, que la imagen de nuestras instalaciones esté impecable.
Pero es importante no pasar por alto otro aspecto fundamental, como que la empresa de limpieza puede contribuir de manera directa en la mejora de la salud de las personas que trabajamos en ese espacio. Porque limpieza y salud son dos conceptos íntimamente relacionados.
Espacios limpios = salud de los empleados
Sabemos que muchas enfermedades se contagian por contacto, y que es suficiente con tocar algo que ha tocado una persona enferma para contagiarnos. En nuestras oficinas existen elementos que todo el mundo toca. Por ejemplo, los pomos de las puertas, teclados y ratones de ordenador, teléfonos, mostradores de recepción, interruptores, etc. Por lo tanto, debemos asegurarnos de que las empresas de limpieza limpian cuidadosamente esos objetos, para evitar (o al menos reducir) los temidos contagios.
Asimismo, el baño es uno de los lugares de nuestra oficina en el que podemos contraer enfermedades (en algunos casos, graves). Y es que, en el baño hay multitud de bacterias relacionadas con los excrementos, no sólo en los inodoros, sino en todo lo que los rodea (paredes, puertas, lavabos, grifos, etc). La higiene de manos de todos los usuarios ayuda, pero hay que complementarla con un servicio de limpieza especializado, ya que las bacterias pueden estar en cualquier cosa que toquemos antes o después de lavarnos las manos. Además, si la empresa de limpieza no respeta los protocolos exigidos, esas bacterias pueden acabar en toda la oficina (por ejemplo, si se utilizan los mismos materiales de limpieza en el baño y en el resto de la oficina).
La cocina también es un foco de contagios importante. Allí compartimos vajilla, cubiertos, vasos y tazas con otras personas. Imagina lo que puede ocurrir si todos esos elementos no se lavan de forma extremadamente cuidadosa. También es importante que no quede ningún residuo orgánico en la cocina, que se descomponga rápidamente, poniendo en riesgo nuestra salud.
En muchas oficinas, existe otro elemento que, si no se cuida su limpieza de forma profesional, puede ser un foco de enfermedades: la moqueta. La moqueta acumula polvo, ácaros, suciedad y todo tipo de manchas a diario, y por ello, el simple aspirado no es suficiente, hay que hacer un lavado de la moqueta al menos una vez al año. Eso sí, es importante asegurarse de que la empresa de limpieza lo realiza con técnicas y maquinaria que aseguren la extracción de la suciedad (ya que, algunas utilizan métodos que básicamente cambian de sitio la suciedad, pero no la eliminan).
En resumen, las empresas de limpieza profesionales proporcionan mejoras importantes en la salud de las personas además de que mejora el ambiente de trabajo, por lo que es un aspecto que no nos conviene descuidar en el momento de la contratación de una de ellas.