La vida de los supermercados ha cambiado de forma brutal en el último año. En primer lugar se convirtieron en un lugar esencial para toda la población, el único sitio al cual podían acudir los ciudadanos durante el confinamiento. Esto era un gran riesgo, era un punto crítico donde contagiarse ya que nadie iba con mascarilla.
Los puntos para lavarse las manos, el material de protección para coger la fruta o verdura, el pescado, la carne… Todo esto se hizo esencial y para los usuarios se convirtió en un aspecto muy importante para valorar a su supermercado.
Esto también provocó que muchas cadenas estén contando con empresas de limpieza para desinfectar y tener sus locales de la forma más segura para todos los usuarios. Estas empresas están creciendo muchísimo, están trabajando en la limpieza de oficinas y la limpieza de comunidades de vecinos.
Esta situación está obligando a que la higiene, que siempre fue muy importante, haya crecido todavía más en importancia en cualquier negocio.