Habitualmente, tanto la empresa de limpieza como sus propios trabajadores llevan a cabo su actividad en las propias instalaciones de los clientes. Esto implica que pueden ocurrir pequeños accidentes que causen daños como el derrame de líquidos, la rotura de cristales, los golpes al mobiliario, la caída de una pantalla, etc.
Aunque todos estos daños sean involuntarios, en todos los casos es la empresa encargada de la limpieza la responsable de la indemnización a su cliente en caso de que se presente una reclamación. Por ello, y para evitar disgustos mayores, la solución más acertada para la empresa de limpieza pasa por contratar un seguro de Responsabilidad Civil.
Gracias al seguro de Responsabilidad Civil la empresa podrá mantener a salvo su patrimonio empresarial y personal ante las posibles reclamaciones de terceros, por lo que los profesionales podrán realizar su trabajo con total tranquilidad.
Las coberturas de cada seguro de RC variarán según las particularidades de cada empresa de limpieza y de las labores de sus trabajadores, pero todos los seguros incluirán las siguientes garantías:
- Responsabilidad Civil de Explotación: incluye los posibles daños personales o materiales que se pueden producir a los clientes o terceros en el desarrollo de la actividad profesional. Por ejemplo, la caída accidental de una pantalla de ordenador, la caída de una persona por un suelo mojado…
- Gastos de defensa jurídica antes posibles reclamaciones
- Responsabilidad Civil Patronal: cubre los accidentes de los propios trabajadores.
- Infidelidad de empleados
- Infracciones de propiedad intelectual
- Pérdida de documentos
- Inhabilitación profesional
Por ello, toda empresa de limpieza debe contar con un seguro de Responsabilidad Civil, para que la propia empresa no tenga que asumir los siniestros o indemnizaciones a sus clientes ocasionados en el propio desarrollo de la actividad.